No existe mejor momento del año que el que marca la fecha de armar las valijas e irse de vacaciones. Disfrutar del aire libre, la paz y tener la posibilidad de vivir unos días sin el constante apuro del reloj es de lo más liberador.
Aquí en Ecuador existe una multiplicidad exquisita de opciones para disfrutar de placenteros días. La costa, en este caso, es la mejor elección para recorrer sus cálidas puestas de sol, gozar de sus espléndidos platos y experimentar cada recreación natural y acuática. Para todo ello, nada mejor que subirse a un descapotable y disfrutar de las mejores vacaciones.Todo quien desee vivir a pleno sus vacaciones y comprender que éstas comienzan en el recorrido previo, debe tener en cuenta que la primer y fundamental recomendación es experimentar las apasionantes rutas ecuatorianas detrás del volante y, para ello, nada mejor que disfrutar de la brisa suave que se propaga desde el techo descapotable de un vehículo.
La diversidad de paisajes, la variedad de opciones, alojamientos de lujo y la calidez humana hacen de un viaje por la costa de Ecuador algo soñado.
Prepárate para los días más relajantes del año desde detrás del volante y sumérgete en los increíbles paisajes de la Ruta del Sol.
La amplia variedad de la gastronomía costera, el alma cálida de los locales, los paisajes espléndidos que ofrece la naturaleza, la cristalina agua de las playas y los mejores destinos culturales son parte de todo lo que hace al ostentoso recorrido de la Ruta Spondylus. Donde el sol y la naturaleza se apoderan de los ojos de cada persona que se anime a recorrerla y disfrutarla de la mejor manera. Conduce tu vehículo y prepárate para una travesía de ensueño.
Partir hacia Salinas es una de las mejores opciones, donde uno se puede encontrar con hoteles verdaderamente lujosos, un club de yate y tiendas exclusivas. Se trata de un lugar moderno y maravilloso, que invita a ser recorrido y disfrutar de su playa a cada segundo.
Seguir camino en un vehículo descapotable hacia el norte permitirá ver en primer plano cómo la vegetación va cambiando y se va penetrando cada vez más el verde en el paisaje.
Casi en el límite del pueblo San Benito la parada obligada es una pequeña tienda llamada Dulces La Entrada que ofrece el mejor cheesecake de piña y chocolate. Se trata de una exuberante atracción que en época de temporada alta tiene como escolta a una importante caravana de vehículos que esperan por sus sabrosas opciones. En un vehículo convertible como el Fiat 500 cabrio podrás esperar tu turno sintiendo la brisa en el rostro.
El plan ideal es ir regocijándose de estas exquisiteces camino a la pequeña aldea de Ayampe, la cual se encuentra en Manabí y da comienzo a la Ruta Spondylus. Un paraíso inundado de pescadores cuya vegetación se apodera de todo de manera frondosa y se acerca a la arena de la playa uniéndose de una manera armoniosa.
Una buena opción para alojarse en este lugar son las cabañas que se encuentran en la cima de las colinas que ofrecen una vista verdaderamente privilegiada a la playa y un entorno selvático.
Las aguas celestes y cristalinas, juegan en composé con un su intenso oleaje y el profundo verde de la flora nativa y contrastan, a su vez, con la blanca arena de la playa. Todo el paisaje es una invitación plena a la relajación, haciendo de este pequeño pueblo el perfecto destino para hacer base. Todas sus cercanías ofrecen variadas alternativas diversión y aventura para cada tipo de gusto.
Volviendo a la estratégica posición del lugar, Ayampe es ideal gracias a que permite moverse a diferentes sitios turísticos, como por ejemplo, Montañita o los parques y reservas naturales que albergan infinidades de animales nativos y paisajes de ensueño, donde la vegetación se distingue con toda su grandeza y especies poco vistas.
La visita obligada, donde el descapotable debe quedarse a descansar para las próximas rutas, es la paradisíaca y oculta Playa Dorada, la cual hasta hace muy poco tiempo era difícil de acceder.
Se llega a ella a través de un camino completamente natural hasta comenzar a toparse con una majestuosa alfombra de arena amarilla que gracias a sus minerales toma ese tono tan particular y brillante, contrastando con su agua verdosa y transparente.
Playa Dorada es un verdadero tesoro oculto y un regalo para los ojos y pies de quienes tienen la fortuna de visitarla.
El recorrido obligado es hasta Mompiche, donde a lo largo del camino, la diversidad de paisajes naturales y culturales se conviertan en algo verdaderamente fascinante. Los mejores atardeceres se posan de frente al camino y hacen que cada segundo arriba de un vehículo convertible sea un regalo divino.
Una experiencia fascinante comienza desde el momento cero en que uno se sube a su vehículo y la mejor alternativa es, sin duda, el Fiat 500 Cabrio. Un vehículo que facilita recorrer con el techo al descubierto el clima cálido de la costa ecuatoriana.
En el contexto de unas vacaciones liberadoras, el punto clave y fundamental de este vehículo se encuentra en su techo descapotable. La libertad de gozar de una vista panorámica, la templanza del clima y de las pequeñas partículas de sal que emergen del mar, son algunas de las infinitas causas por las cuales entender a un descapotable como el Fiat 500 Cabrio como el mejor aliado para unas vacaciones en la playa.
Por ello, no existe opción más fascinante de disfrutar de unas vacaciones soñadas con un vehículo preparado para hacer de todo su mejor versión.
Además, Fiat 500C suma todo el placer necesario en un vehículo elegante y distinguido, que no deja de lado la vital importancia del confort y la seguridad.
Fiat 500 Cabrio, gracias a sus cómodas prestaciones y espectacular descapotable se postula como el compañero predilecto para andar los caminos más hermosos de Ecuador. Libérate y aprovecha de las mejores vacaciones en la costa, gozando del mejor estilo italiano.
